Mi movil me incomunica
La comunicación ha cambiado dramáticamente, sobre todo con los móviles de última generación y sus numerosas aplicaciones, un acto formulario como hablar, comunicarse, transmitir información, se ha transformado en un ir y venir de caracteres sobre pantallas táctiles, de signos que expresan diferentes y variadas emociones, la inmediata versatilidad de la figura, antes que la escritura.
Dos veces al día veo a las madres de los compañeros de mi hijo, en la mañana cuando lo dejo en la escuela y en la tarde al finalizar las clases, muchas veces hablamos en los pasillos, en esos minutos interminables de espera, entre saltos y carreras. De este grupo de padres soy el único varón.
Ayer me enteré por casualidad, que se entregó un regalo colectivo a la maestra. Las madres, siempre organizadas, con los pies en la tierra y guardando economías, se habían puesto de acuerdo para entregar un regalo el día de su cumpleaños. Yo había enviado con mi hijo un costoso regalo y no me pareció justo ser la nota discordante.
Pregunté a la primera madre que encontré está tarde la razón de no incluirme, de mantenerme al margen, de no informarme, de no avisarme con anticipación de esos acuerdos y la respuesta fue tan contundente como sorpresiva.
Tú no estás en el grupo de WhatsApp de las madres.
Comentarios
La unión hace la fuerza, en los tiempos que corren o te alías aunque no te guste, o uno queda fuera de juego.
Un abrazo y feliz semana.