El libro

 

Agotado frente a los medios, las redes, las noticias. Fatigado bajo el imperio de los noticieros, que se empeñan en entregar información a un público ansioso y pesimista, a una audiencia obsesiva y neurótica. Abatido ante el telediario, que repite hasta el cansancio imágenes de desastres y calamidades alrededor del globo que habitamos. 

Con los ojos gastados de mirar cómo el mundo se desmorona: entre nuevas y modernas dictaduras, democracias fallidas y juegos de poder, absolutamente incomprensibles, para ciudadanos que aspiramos vivir en paz. 

Consumido por este presente sin futuro, regreso una vez más a las páginas de un libro único. Un libro, que nos enseña a no temerle a aquello que no está escrito en nuestro destino, ya que no ha de cumplirse. 

 

Un libro antiguo, que rueda entre los siglos y se cuela entre culturas diferentes. Un libro que nace bajo la tradición oral de pueblos nómadas. Un libro que finalmente escrito, es de tantos autores, que resulta anónimo y se cree que su origen es múltiple. Un libro que en sus primeras líneas nos invita a leerlo despojados de prejuicios, vestidos con la emoción de la aventura y que nos induce a atravesar las increíbles fronteras de la exuberante fantasía y sobre todo, a vivir situaciones inverosímiles y a recorrer las rutas, los caminos de lo inesperado. 

Un libro leído en mis primeros años, en una edición manoseada, barata, mal traducida y peor editada, pero jamás olvidado. Un libro, que gracias a Jorge Luis Borges, rescato intacto de la bruma, de las arbitrarias amputaciones sociales y morales, que le fueron impuestas, por esos traficantes de ideas en que se convierten a veces, traductores y editores y que hoy, las bibliotecas digitales nos ofrecen sin ningún costo.

Un libro que antes de iniciar su lectura nos regala una esperanza.

Que las leyendas de los antiguos sean una lección para los modernos y que el hombre logre aprender de los sucesos que le ocurren a otros y por esta razón daremos gracias, a quien guarda los relatos de los primeros, como lección dedicada a los últimos.

Para entender mejor el mundo que vivo, regreso a las páginas de este libro con la emoción intacta. Este libro, del que según dicen: Stendall afirmaba, que quería olvidarlo todo, para experimentar nuevamente el placer de leerlo por primera vez. Un libro al que sugiero leer sin saltarse el prólogo, ni tampoco las palabras de los editores.

En esta oportunidad yo les hablo: 

Del Libro De Las Mil Noches Y Una Noche 

Y hago la salvedad, de que se trata, de la traducción directa y literal del arabe, realizada por el Doctor J.C. Mardrus. En la versión española de Vicente Blasco Ibañez y con prólogo de E. Gómez Carrillo.

Esta fantástica obra literaria, sus 23 tomos, pueden leerla a través de la Biblioteca Valenciana Digital. 


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