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Mostrando las entradas de 2019

Día de los inocentes

28 de diciembre. Caicara de Maturín ¡Allá viene el mono! Con cierta autoridad podemos decir nosotros ¡los Maita! somos de un pueblo de chupa piedras, comedores de guaraguara, frenéticos bailadores del mono, adoradores del añil, indios venidos a ciudadanos del mundo dispuestos sin ningún temor a enloquecer por amor.

Un 23 de diciembre celebro la esperanza

A nuestras familias que huyen y pueblan el mundo. Muerdo con insistencia la carne amarga de mis temores, encierro entre los dientes la ácida ansiedad ante lo incierto. Cubro los desvelos de la zozobra y la mentira entre  secretos silencios y evito contagiar a otros con este veneno que se vino escondido en las maletas. Me  contenta este cielo azul, esta luna menguante, este helado amanecer, aquella estrella amorosa y atenta que acompaña cada uno de mis pasos, y las palabras  que pronuncio dibujan  con nuevos colores caminos sin heridas, sin esquinas, y si algún tropiezo se avecina, se atraviesa de improviso, y no se corresponden los tiempos, y se atrasan mis conjeturas, hablo de fuerzas que nos guían, del inmenso amor de nuestros muertos y de la ciega convicción de que fuimos elegidos. Y frente al miedo, al filo de  su amenaza antepongo este amanecer, este cielo azul, esta terca luna en menguante que persiste en bril

Sobre un bergantín

Sobre un bergantín de redonda vela me columpio en las olas encrespadas de mares desconocidos. Con mano firme fijo un  norte posible en la bitácora. Atravieso amables tempestades, descubro cielos desnudos sin gotas de luz y al llegar, al fin, a tu mar de aguas tranquilas, enloquece sin gobierno el timón de mi bergantín. Zozobro en tus brazos y me pierdo en la cintura dorada de tu isla.

Tarde de albahaca

Mi tarde de albahaca se sostiene sobre el ámbar de tus ojos, que descansan sumergidos, fluorescentes, escépticos, en cápsulas nocturnas. Mi tarde estacionada sobre las horas, se convierte en noche de sombras sin constelaciones. Afilados dientes de perro, cuchillos de hielo, amenazas plateadas y silencios. Temibles espacios vacíos, feroces puntos y aparte. Incapaz de sostener el paso sin tu voz, me lanzo por la autopista a velocidad de vértigo. Busco mi frágil tarde de albahaca entre el ruido de motores desenfrenados.

El primer milagro del hijo de Dios

Una vez más Altaír está detenido frente al espejo y esta vez, como otras tantas veces ante los peligros de una tarea, tampoco siente miedo. Su misión es preservar el curso de acontecimientos históricos pasados. Informes secretos advierten que existe una conspiración y que viajeros en el tiempo intentarán asesinar a un recién nacido, el niño aparece en un imposible lugar de paso, es todavía un desconocido que conjuga el albur con su inocencia y abrirá sus ojos ante el asombro de una mula y un buey. El niño está destinado bajo el dictamen de la oración, la fe y la ley del perdón a ser el guía indiscutible de los pueblos alrededor del mundo y a convertirse en Rey eterno. La mirada de Altaír se interna más allá de la imagen que el espejo refleja, se hunde hasta el fondo de esa nebulosa inestable que lo repite con extraordinaria exactitud. Busca con afán, en esa corriente transparente otro rostro conocido, busca la imagen de aquella peregrina que desapareció en un camino sin retorno. Altaí

Deslumbramiento

Desconocemos el futuro y ambos caminamos en direcciones opuestas a un encuentro fortuito. Sin saber de antemano lo que está escrito avanzamos inocentes y a ciegas a un tropiezo de sorpresas. Sus cabellos incendian la tarde y el sol se muere acuchillado a traición por violentos grises ante la presencia de ocres cobardes. Al cruzarnos, la intensa presión revienta el botón de su blusa y por un instante su pecho sembrado de estrellas deja al descubierto dos planetas esculpidos a láser girando en perfecto equilibrio, mudo ante ese espectáculo sideral mantengo la mirada fija, mi silencio es elocuente y ella evalúa y tabula  su inversión con ganancias. Sigue su camino con sus pasos menudos sin inmutarse y toma la decisión de reforzar los botones y ojales de sus mínimas blusas, pero ¡Jamás cambiar de talla! Y tampoco utilizar sosten.

Intransigencia

Texto elaborado a raíz de los acontecimientos sucedidos en Barcelona. España Intransigencia     La mujer no se atreve a mirar los ojos del jefe, frente a él, aprieta fieramente  los dientes con la intención de hacerlos estallar, de acabar con todo de una buena vez. El Gerente hace intentos desesperados por suavizar las palabras, pero es inútil, el significado de cada oración construida con esmero la empujan irremediablemente al borde de un precipicio. La conversación le arrebata el precario equilibrio con el que construye un futuro para ella y su único hijo. Por un momento piensa, que la rabia, contenida a duras penas, se escapará de sus ojos en forma de llamaradas y terminará por consumir al Jefe, a ese Jefe, que tantas veces solicitó su auxilio en situaciones desesperadas y ella estuvo siempre allí para apoyarlo, para salvarlo. Ella siempre dispuesta a posponer los planes, los programas  cuidadosamente elaborados  con su hijo, con ese hijo que la mantiene en pie y la ayuda a enfrenta

Indianápolis 21/11/2019

Quien se marcha presiente que no hay regreso. Y a veces, un golpe de viento ¡Demoledor! se escabulle   a través de la puerta del tiempo. Susurra una palabra humilde y con eso basta. Para romperlo. Para quebrarlo. Deja entonces los afanes para recomponer sus pedazos y en absoluto silencio ante el espanto, su único deseo es un abrazo que le devuelva sentido a la distancia.

Conversación con mi sombra

    Yo que nací bajo el signo del Toro rumiando impaciencias, inflexible en mis convicciones y  con una extraordinaria habilidad en los pies para realizar jugadas imposibles, creí tener la destreza necesaria para realizar grandes proezas y me entregué por completo a la ejecución de mis proyectos. Con seguridad absoluta, sin siquiera una duda, con la convicción de estar por encima de consejos, avisos y advertencias, tracé una línea de acción en un intento de asegurar de forma calculada la vida que deseaba. Pretendí planificar el sencillo acto de vivir y proyecté mi imagen entre logros y gloria. Ni por un instante miré hacia el lado oscuro del fracaso, estaba más allá de las circunstancias. Inesperadamente, un minúsculo detalle distorsionó esa pretendida línea firme y mi vida se difuminó,  se bifurcó en mil caminos, en rutas tortuosas, en sendas diferentes  y son otras las condiciones que marcan mi futuro. Hoy no soy ni la sombra de aquel que imaginé. Un círculo mínimo, áspero, del tama

La puerta inaudita

La puerta inaudita La duda es un impulso exigente. La duda nos obliga a mantener un movimiento frenético para lograr desentrañar la verdad, pero también, estoy convencido, es un elemento capaz de lograr el efecto contrario en ánimos desprevenidos y puede llevarlos a la esquina de la parálisis, al oscuro desencanto absoluto. Desde hace mucho intento encontrar una respuesta razonable, convincente, a la interrogante del origen del hombre, pero son mayores las dudas que mis escasas   certezas. Los caminos me han conducido a vértices y abismos que no comprendo, seguramente me falta la inteligencia y el   conocimiento necesarios para traspasar esa puerta, pero mantengo el interés de quien necesita respuestas y las busca sin descanso. Existen muchas teorías sobre la verdad del origen del hombre, algunas apuntan a la existencia de una cadena aleatoria de eventualidades. Otras, en cambio, concluyen que circunstanciales combinaciones siderales, conjugadas en debidas proporciones, hic

El llanto incontenible de un hombre

Gruesos lagrimones corren incontenibles. Húmedos hilos de estambre marcan mi rostro congestionado, resbalan por la piel, forman surcos inéditos y dejan una huella traslúcida, crean nuevos caminos y vertientes inusitadas. El daño interno es casi insufrible, el dolor se potencia terriblemente cada momento. Me es imposible contener esta sensación de ardor, siento que me abraso, que me consumo, que me quemo. Hay quienes al verme en este estado lamentable, en un intento por ayudarme, por reconfortarme, me miran desde lejos   y   entre dientes pronuncian palabras de solidaridad. Ellos creen entenderme, porque alguna vez atravesaron una situación similar y salieron adelante, es una ayuda muda, un auxilio al fin y al cabo justo, que en este momento, están seguros que yo necesito. No se hace esperar más tiempo y puedo leer en labios de todos ellos esa vieja afirmación que quieren significar que me comprenden: “hermano, es natural tu dolor, tu sufrimiento” Pero aquí, sentado en esta mesa

Historia de un romántico

A mi amigo Alexander Bauza, a quien le debo la referencia de esta singular historia. Andrés, mi primo, es un romántico. Únicamente un romántico vive situaciones extraordinarias, pasmosas, notables, yo creo que hay que dejar constancia y contarlas. Mi primo, con el entusiasmo de los veinte años se ha convertido en defensor del mundo en peligro, un activista de causas para el olvido y participa en diferentes grupos. El último grupo al que se afilió pretende proteger para las próximas generaciones y también para el mundo la Amazonia. Con este grupo y para conocer los peligros que amenazan la Amazonia llegó a Belo Horizonte, en el Estado de Minas Gerais, al sudeste de Brasil, desde allí, jóvenes venidos de todas partes fueron trasladados en camiones a más de 700 kilómetros y tras tres horas de caminata por la selva llegaron al territorio de los indios Xacriabá, localizado al norte de Minas Gerais. Los sentaron a todos en el suelo de un patio circular y les entregaron cuencos con

La secreta incógnita de los imponderables

La secreta incógnita de los imponderables A Fer: La falta de premios no agota la esperanza, el triunfo consiste en seguir adelante. Con buena salud he pasado de largo este último invierno y llego a la primavera con el atrevimiento de seguir vivo y con nuevos bríos. A los setenta años se aprecia la salud mucho más que el dinero. Se valora la fortaleza y el ánimo antes que  las posesiones. La edad, además, permite cierta indulgencia y nos da la licencia de manifestar   abiertamente nuestras creencias. En este trayecto me he acercado a incontables orillas y tomado sorbos de corrientes diversas, tendencias en apariencia distinta, pero en su esencia iguales. Con ese aval y algunas sospechas sobre la alquimia que impulsa el enorme poder de las fuerzas ocultas que rigen mi destino, no dudo en declararme creyente. Creo en la existencia de Dios y en sus innumerables nombres, creo en una fuerza superior a mi voluntad, que opera en armonía con propósitos secretos establecidos de

Sorpresa y asombro

A Balteu Por los insospechados giros del Derviche.   Mi nombre es Graham Güell. Mi padre es un ferviente admirador de Graham Green y como una imposición a esa admiración desmedida yo llevo su nombre. Un inusual acontecimiento, como la trama de una novela, que bien pudo haber escrito el fallecido escritor inglés cambió mi vida al cumplir yo los 18 años. Ese día, el verdadero poder de las fuerzas que sostienen  la frágil armonía del universo quiso mostrarme la extraordinaria dimensión de una realidad que ni siquiera sospechaba y que aún hoy la mayoría de los habitantes de la tierra niega, a pesar de las innumerables pruebas que muestran la existencia de un universo habitado y plural. Ese día fui abducido. Recuerdo que eran las 4 de la tarde y caminaba por una vereda sembrada de árboles, un haz de luz se coló entre los árboles y con la inocencia de la ignorancia quise atravesarlo, recuerdo que en ese momento pensé, estoy ante un portal, y justamente, al ser bañado por la luz, fui transpo