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Mostrando las entradas de septiembre, 2019

Sorpresa y asombro

A Balteu Por los insospechados giros del Derviche.   Mi nombre es Graham Güell. Mi padre es un ferviente admirador de Graham Green y como una imposición a esa admiración desmedida yo llevo su nombre. Un inusual acontecimiento, como la trama de una novela, que bien pudo haber escrito el fallecido escritor inglés cambió mi vida al cumplir yo los 18 años. Ese día, el verdadero poder de las fuerzas que sostienen  la frágil armonía del universo quiso mostrarme la extraordinaria dimensión de una realidad que ni siquiera sospechaba y que aún hoy la mayoría de los habitantes de la tierra niega, a pesar de las innumerables pruebas que muestran la existencia de un universo habitado y plural. Ese día fui abducido. Recuerdo que eran las 4 de la tarde y caminaba por una vereda sembrada de árboles, un haz de luz se coló entre los árboles y con la inocencia de la ignorancia quise atravesarlo, recuerdo que en ese momento pensé, estoy ante un portal, y justamente, al ser bañado por la luz, fui transpo

En un instante

En un instante sin registro tu imagen se grabó más allá de la razón en los límites mismos de la locura. Por décadas y centurias, por milenios y eones, sin descanso, guiado por hilos intangibles he seguido tu rastro, tu tránsito sin huella. Finalmente, hoy coinciden nuestros pasos nuevamente, mi búsqueda termina. Ya estoy tranquilo.

Desorden alimenticio

Soy un hombre enfermo. Según parece mi dolencia está asociada a un trastorno de conducta, para mi eran episodios sin trascendencia  relacionados con la gula, con malos hábitos alimenticios, pero cada vez con mayor frecuencia estos episodios me llevan a cometer actos de los cuales me arrepiento posteriormente y me lleno de culpas. Hoy entiendo la gravedad de mi mal y finalmente acepto que mi salud se deteriora rápidamente, ante lo inevitable consiento en visitar un médico. Tengo entendido que esta es una primera cita de evaluación. Camino a cumplir con la cita prevista en el consultorio del Doctor Federico Fernández, pero un súbito ataque de hambre me consume de improviso, necesito comer con urgencia, consulto el reloj y verifico que tengo tiempo suficiente para almorzar. Traspaso las puertas del restaurante y la bulla de la calle se transforma de inmediato en un murmullo de voces que rebota contra las paredes y se convierte en el eco de un rumor constante producido por el r

Huir

A mi amigo Miguel Ángel Cortés Rodríguez: defensor de la libertad y quien siempre ha negado la acción de hacer justicia por encima de la ley y las instituciones, a pesar de su inoperancia. El chino Casimiro huye. En su intento por escapar se mimetiza en un circo convertido en fúnambulo y realiza un ejercicio de desprecio absoluto por la vida, en su acto, camina sobre una cuerda tensada entre dos postes. Con el vacío a sus pies, se niega a usar la red de seguridad. El circo atraviesa todo un continente y la gira termina para él en un pueblo en donde Mandinga perdió el poncho. A Casimiro no lo persiguen las leyes. A Casimiro lo persigue la sombra de la sangre ajena, el insoportable peso de una acción atroz realizada con festinación, como un acto necesario de justicia y del cual no se arrepiente, pero se avergüenza. Tarde, reconoce que hacer justicia no le corresponde. Casimiro nunca pensó en el beneficio personal, ni en la gloria, ni tampoco en el reconocimiento de quienes exigen

La lamentable historia de un bandido

Era un redomado zascandil, no tenía remedio, con enredos y astucias había engañado a todos en el pueblo. Desde hacía años venía dando tumbos por esos caminos de olvido y siempre encontraba la manera de engatusar con falsas promesas, a los confiados vecinos que no le conocían. Logró convencer al alcabalero sin mayores esfuerzos, con la vieja trampa de siempre y ya tenía en la bolsa una buena cantidad de dinero. Había llegado el momento de las desapariciones, de convertirse en fantasma, en el mal recuerdo de sencillas gentes de bien. Otro pueblo lo espera, otros simples incautos, pero quiere más, desea llevarse de la iglesia una antigua talla de San Erasmo, patrono de los marineros, una reliquia, que según su parecer no necesitaban en este confín del mundo y tiene un alto precio en el mercado. Finalmente creyó haber encontrado la manera de convencer al cura, reacio a que la imagen salga del templo se niega a entregarla. La pediría en custodia por unos pocos días, una semana a lo su

Un héroe en la mira del odio

El titular de una noticia menor con letras en negritas, impreso un punto apenas más grueso que la historia, en un recuadro pequeño de la primera página del periódico, en el costado inferior derecho, me obliga a intentar descifrar el criterio que obliga al Editor Jefe de la sala de redacción a imponer en el último minuto, antes de correr las rotativas, la impresión de estas ocho líneas apretadas, dedicadas a quien fuera hace mucho tiempo una gloria nacional, un héroe olvidado. Muere en accidente El Rey del Florete   La noticia en el periódico dispara los recuerdos de veinte años atrás. Conocí a Juan Carlos Rebolledo en los Juegos Olímpicos. En esa época Yo era un itinerante corresponsal deportivo y Rebolledo me pareció un espadachín formidable, de una extraordinaria lucidez para anticipar los ataques, dotado de un cuerpo excepcional, flexible como  junco. Utilizaba esa capacidad corpórea con maestría para convertirla en destreza y de esa manera imponer el ritmo de su ataque estrambótic

Uñas pintadas

Uñas pintadas No puedo dejar de mirar las manos de la ejecutiva encargada de revisar y catalogar los documentos que le entrego, los dedos de las manos, los diez dedos de sus manos me han hipnotizado y sigo sus movimientos con temor y asombro. Con la precisión que otorga la experiencia y el conocimiento de diferenciar lo medular de lo accesorio, cambia los papeles de lugar y restaura otro orden más conveniente a los intereses de sus jefes, y destroza con sus diligentes dedos, con sus manos cuidadas, la armonía de un hermoso proyecto que me costó un mundo armar con sentido estético.  Coloca a un lado el abstract junto con la síntesis del presupuesto, lo etiqueta bajo un código y aparte, en otra carpeta, con el mismo número que le asignado al proyecto, guarda la justificación, sus objetivos inmediatos, las  explicaciones de carácter técnico, los detalles pormenorizados, las fotografías, incluso, con cierto desdén y sin prestar atención coloca sin darle importancia las delicadas acuarelas