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Mostrando las entradas de 2007

Apuntes Urgentes 8

Ven a mis sombras sin amenazas, con paso iluminado destilando luceros. Amaneciéndome.

Apuntes Urgentes 7

Ven con paso firme y decidido, la sonrisa en ristre, aleja esta tristeza que amenaza mi última trinchera y defiendo a fogonazos disparado en tu recuerdo.

Apuntes Urgentes 6

Avanza empujada por la brisa con paso de nube a este cielo tormentoso.

Apuntes Urgentes 5

Avanza con la mañana con la tarde con la noche yo esperaré en tu encuentro a mi sombra amarrada a tu paso

Apuntes urgentes 4

Avanza con paso invisible de jóvenes raíces sobre caminos caminados en esta ciudad oscura de olvidos.

Apuntes urgentes 3

Avanza el menudo cuerpo que lamen mis ojos y graban este instante, este ahogo que me domina cuando caminas.

Mary de cumpleaños

Hace apenas un rato cruzaste como torbellino la línea ecuatorial del cuarto de siglo. Te acercas casi con descuido a la peligrosa frontera de los treinta años en donde te acecha el viejo y paciente tiempo con su señal inconfundible de implacable trazo. Yo deje atrás con paso firme desde hace mucho la cincuentena y hoy te miro como todos los días en el espejo bruñido de los recuerdos.

Apuntes urgentes 2

Cruzas el pie ingenuo en línea recta sobre el otro pie hermano, espejean tus muslos, con cada paso se desatan las caderas envueltas en el viento enloquecido.

Apuntes urgentes 1

Arranco el tiempo de los relojes, apuro el paso hasta vuelo, abro en estas calles ásperas una historia urgente de encuentros.

Oscuro este deseo 9

Hubo un día miércoles, lo recuerdo claramente, por un instante olvidé la inseparable compañera, aquella que ya sabes comparte mi último destino. Ese miércoles dos ojos lindos cerraban el cielo, dulces las manos cubrían mi cuerpo borrando el futuro de silencios. Desde el décimo piso aquel miércoles de mi recuerdo, sin un grito, seco el impacto abrió la noche lagrimas.

Oscuro este deseo 8

Llevo la muerte colgada como culpa, muerde mis costados con afilados dientes. Instalada en mi camino obliga empuja se ríe de mis sueños, me acecha en los rincones. Llevo la muerte acuestas, sin peso ni crédito ni esperanza.

Oscuro este deseo 7

Desnuda tu hoja descubre el celaje de tu daga levanta por fin aceros afila cuchillos pule marfil colorea esta mañana de viernes regando cuerpos levantando escándalo en el dulce desorden de sangre y muerte.

Oscuro este deseo 6

Cerré puertas y ventanas, a los gritos llamé con decisión de animal acorralado. SOMBRAS. MUERTE. Aquí espero por su letanía de punto final. Nadie vino ni tocó ni llamó, ni una sola palabra, tampoco señal alguna, el silencio como respuesta. Ahora no me busquen con sus cuentos de paz infinita, por un instante salí a vivir.

Oscuro este deseo 5

Crucé la línea occidental sin rumbo ni destino, abrí con mano rota la frontera, el trazo largo y firme muerde la palabra vacío. Me lancé al abismo vertical, inédito con una idea obsesiva, desordenar el mentiroso orden y no tener mas calma que la muerte.

Oscuro este deseo 4

Llego pájaro, ala, pluma cielo abierto horizonte infinito nada me detiene. Llego viento, brisa, remolino labios de mandarina fragantes hojas canela dulce nada me detiene. Llego torrente agua brava lanzada al vacío sin lecho de piedra caída libre nada me detiene. Llego promesa raro sonido palabra perdida voz de olvido nada me detiene. Llego herida brutal violenta abertura sin costura orificio de entrada y salida inevitable llego muerte nada me detiene.

Oscuro este deseo 3

La vida y la muerte juegan el azar de un camino abierto sin perturbarse por mi presencia.

Oscuro este deseo 2

Mi vida tendió un cerco de pedernales contra la muerte, amarró a sutiles hilos de engaño sueños postergados y no me deja saltar al vacío.

Oscuro es este deseo 1

Acabaré con esta noche de lunas viejas, decadentes, pálidas, desdentadas, mudas, insomnes. En una carrera sin sueños atravesaré madrugadas espantando sombras con mis mejores gritos y caminaré por fin sobre la mañana madurando naranjas.

Obsesionado por medir

Obsesionado por medir contar valorar controlar el hombre invento el tiempo mide desde entonces el imposible y calcula en días meses semanas años sus sueños repetidos de permanencia construye fechas como edificios aniversarios como puentes. Yo busco medir el imposible desde tus gestos contar y controlar desde la sencilla frontera de tus palabras y los aniversarios los celebro cada mañana al mirarte desnuda a mi lado perdí en tus ojos en tu húmeda lengua la exactitud de mis números y encontré la verdad de tu nombre en mi vida en esta vida que reconozco perdida.

Jugada

Con invariable exactitud pierdo y gano en cada jugada. ¿Quien se resigna?.

Llego a esta ciudad

Llego a esta ciudad de fronteras compartidas en un salto de Hércules entre montañas y litorales. La noche me encuentra sin sorpresas y dejo la cena servida sin probar bocado. Que pena de noche sin cena.

Exacto sentido

Atrapado en el sin sentido de los sentidos vaya a donde vaya no voy en ningún sentido. El exacto sentido camino al uno la perdida de los sentidos.

CABALGO TU NOMBRE 6

Cabalgo tu nombre al galope entre fogonazos, al trote con la violenta ausencia, al paso con el lento despertar de la mañana. Cabalgo tu nombre asido a la trenza de las vocales, a la cintura de las consonantes en esta ciudad de humo y olvido.

CABALGO TU NOMBRE 5

De madrugada la brisa acaricia campos de caña, entre susurros amanecen nuevas emociones sobre la conocida piel. Corren los minutos sofocados entre montañas azules y se rompe el acorde del clavecín con tambores de marcha y violines brillantes. Asalta el sol en explosión musical al cielo en penumbras. La mañana compañera me encuentra perdido en tus ojos.

CABALGO TU NOMBRE 4

La calle espera impaciente enamorada. Me llama con gritos encendidos abre avenidas ilumina esquinas esconde rencores. Afuera. Ausente. Ella cruza un paso peatonal sin saber que la busco desde el humo, que la nombro con lengua torpe.

CABALGO TU NOMBRE 3

Con amenaza de luna llena en tierra de nadie, para tus dos soles asombrados, se cierra la tarde en lilas y violetas. La negra noche cargada de aguaceros se hace dueña de los cielos y yo parado en la reja abierta aguardo… Mi paso se cruce en tu camino, mi mano repose en tu cintura, tus labios coincidan en los míos y con la magia del encuentro le crezcan preguntas al sereno.

CABALGO TU NOMBRE 2

Parado sobre la tarde sin atados en la espalda, sin sombras en los costados, levanto sueños contra el viento. VENGO PARA CUMPLIRTE. Para caminar la noche entera hasta el confín de tu piel. para amanecer en tus parpados asombrados. Para izar tus ojeras luminosas sobre colinas liberadas. Para sembrarte besos a montones, a puñados, y despiertes florecida.

CABALGO TU NOMBRE 1

Todo el fuego sin odios ni rencores se concentra en un circulo exacto suspendido en este cielo de cenizas. Solo atino a repetir tu nombre mientras la tarde se multiplica en los espejos como una promesa.

Curiosa manera

Curiosa manera la tuya adorable costurera, mi tejedora, de coser estrellas en mi pecho. Entre silencios y ausencias tejes en mis sueños tu presencia. Tu voz se hace hilo cordel, estambre, para bordar la palabra compañera en mis oídos. En mis ojos tu imagen está bordada con hilos de fuego y sobre mi piel has cosido tu piel bordado pecas, lunares y un corazón tan grande como el mundo.

Esta es la tarde

Esta es la tarde la inmensa tarde de tu nombre como estandarte.

Comentario zolsaihan

Camino desnudo por cámaras de espejos rotos, cada grieta un abismo de aciertos y fracasos pasados, las imágenes quebradas de un futuro incierto se repiten sin conseguir inmutarme, soy uno y múltiple en el instante presente, mis huellas son un reflejo que desaparece como rastro de nube sobre mil caminos abiertos en el espacio de humo de los sentidos, pero cada paso incendia mi sangre y me empuja hacia la puerta abierta de luz perenne.

Una tarde casi noche

Una tarde casi noche el sol en su caída pintó con tus sueños este cielo de futuros.

Este mundo que habito

Este mundo que habito como ser único, indivisible, múltiple y total se sostiene en la alegría de tu risa, en la esperanza de tus pasos que anuncian con redoble de tambores los mejores días por venir. Se sostiene con el brillo alucinado de tus ojos, con el sonido inconfundible de tu voz que quiebra como débiles cristales las fronteras. En este mundo que habito tu nombre es un himno enfrentando las tormentas, una bandera desafiando tempestades. Eres el sueño en donde encadené hace mucho y para siempre el ronco sonido de mis palabras.

La tarde de acero encendido

La tarde de acero encendido amenaza lluvia de cuchillos el viento cierra los caminos con fuerza, casi con furia. La lluvia, la dulce lluvia que alguna vez acarició tu cuerpo desnudo y bajo su monótona canción pasean con descaro los caracoles. La lluvia, la inocente lluvia vuelve torrentes, poderosos brazos de gigantes enfurecidos las quebradas. La lluvia, el aguacero que hincha de luces el arcoiris vuelve cataratas de lodo el dulce rumor de piedras de ríos que fueran cristalinos. La lluvia, la que limpia los colores quiso borrar las mentiras, el engaño, el fraude y barrió con pueblos enteros. El silencio hirió por instantes nuestro cielo Y creció como un árbol la esperanza. El desatino y la mentira son más fuertes. Y hasta el dolor quedó asombrado. Aquellos que juraron cuidarnos y prometieron protegernos, hoy resguardados de la lluvia, alimentados hasta reventar botones, vestidos y enjoyados con nuestros dineros repiten con una sola voz la mentira aprendida en la sala situacional. El

Es una noche inmensa

Es una noche inmensa interminable, tu ausencia. Es un profundo abismo de amenazas tu silencio. Y en cambio se hace el cielo en tus brazos, es la gloria uno de tus besos.

Con sonrisa

Con sonrisa iluminada de diamantes te asomas a las elásticas ventanas de mis sueños Y me llamas con voz de viento y me nombras con rumor de mar. Rompe tu voz la piedra de mis oídos. Con sobresalto y ojos miopes te busco. De un salto tomo la calle, bebo asfalto liquido, como kilómetros, empujo hasta el final cada día, apuro las horas hasta agotarlas, señalo fechas en calendarios de espejos para cruzar de nuevo nuestros pasos sobre un camino sin fronteras.

En este cielo tostado de naranjas

En este cielo tostado de naranjas un sol de oro liquido fundido, va directo a su destino de ausencia y olvido. Yo voy tomado de tus manos suaves, como las paginas de un libro recién abierto, voy también a mi destino amarrado en tu cintura donde convergen todos mis caminos.

Sí por un acaso

Sí por un acaso Y en contra de todos mis deseos, en el horizonte, en la frontera de lo imposible se acumulan nubes que amenazan una noche íngrima, oscura, más oscura que el fondo de los océanos, no le temo. Tengo tus ojos como soles que me iluminan.

Lentamente

Lentamente la luna se borra hasta hacerse hilo de trapecista. Sin tu voz sin tu aliento sin tu piel, los días transcurren lentamente hasta el limite de nervio.

Salto entre relojes

Salto entre relojes con el vértigo de horas desnudas cubierto con tu nombre. Me cuelgo en la exactitud de minutos asombrados con el hilo de tu voz. Alcanzo los segundos inflexibles sin lograr adelantarlos con la luz de tus ojos. Y no logra traicionarme ni vencerme el tiempo protegido entre tus brazos.

Al comenzar esta mañana

Al comenzar esta mañana de pájaro ahogado sin árbol, ni rama, ni tejado con el cielo incendiado, el sol eclipsado, invoco tu nombre y un canto de canela. Arrastrando montes y ríos llego a esta ciudad tísica, vestida de luto sin una lagrima.

En ruinas la ciudad

Llego con paso arrebatado más allá del mediodía, me anuncia el ronco sonido del viento enloquecido, intenta esconderse entre los árboles, huye de los gritos, de la lagrima, del llanto, del desierto regado con sangre en la cosecha de petróleo. Vengo de una ciudad dormida con historias. Amenazada, que despertó a la muerte sin sobresalto, entre truenos y fuego de morteros. Vengo con la mirada abrasada de desconsuelos. Los hombres rotos, las mujeres y los niños también rotos el mundo entero roto en mil pedazos. Déjame apagar mis ojos incendiados, alucinados de desconcierto sobre tu piel iluminada donde nace el arcoiris. Déjame fijar estas pupilas que solo conocen espejismos sobre tu piel, descansar al fin en tus sombras, cultivar tu rosa sin espinas. Déjame contemplar tu piel una y mil veces, tu piel sembrada de estrellas en donde el sol se eclipsa y el mar se hace espuma.

Comentario 2am.

No me obligues a mirar el rostro que inventas para extraños cada día, para los insensibles lentes de las cámaras. Déjame adivinarte en las líneas sutiles, en el funeral de tus ojos….

Desde siempre

Desde antes del principio eres mi dueña, te pertenezco sin condiciones. Huracanes de humo torbellinos de niebla, constante la lluvia de fuegos revienta constelaciones enteras. Se hacen polvo las estrellas y en estricto orden el movimiento se eterniza. Entre cenizas ardientes, con el impulso de firmes coordenadas signos y códigos secretos, impresos en uno de mis átomos, voy a tu encuentro, a la inevitable cita eslabón primero de esta cadena interminable. Desde siempre eres mi dueña, te pertenezco sin condiciones. Desde la remota la olvidada era, marcada a fuego la delgada hilacha de memoria sobre piedras consteladas, voy a tu encuentro, a beber en tus dulces aguas, a contemplar tus campos florecidos, a coronar tus colinas. Desde el inicio de los tiempos, repite el ciclo sin error y sin demora. La tarde que alcanzabas los cielos cruzados de truenos, al borde de los abismos, en un esfuerzo supremo por detener tu imagen, me levanté sobre los pies hasta alcanzar el horizont

Cita

Cita a ciegas sin bastón ni tropezón ni escalón agazapado. Cita a solas en medio de la calle con la algarabía de los desamparados. Cita en línea llana sin comillas ni paréntesis ni puntos suspensivos. Cita a orillas de aguas mansas con el dulce rumor de algas y peces desoyendo las palabras. Cita en la orilla de un camino de piedras lisas y redondas que crecen llenas de secretos. Cita a orillas de aguas afiebradas que se deshacen violentas con un grito de espuma y sal. Cita a las puertas enormes de una iglesia con tus ojos intensos y mis manos incendiarias descubriendo imágenes mudas sin una vela Cita con hora y fecha concertada para continuar demorándonos en el temor de las esquinas. Cita entre sombras sin paso en falso iluminando callejones. Cita en una ciudad que ya nos olvidó. Cita sorda con los mil lenguajes de letras que se antojan mudas. Cita sobre una mesa de tapete verde donde esperan reunidas nuestras torpezas. Cita inocente para entregar un libro cargado de intereses.

Firma sobre papel

Un hombre íntegro llega al matrimonio casi tambaleante ebrio de luz y de éter. Llega sin medir distancias en el espeso humo de ruegos neutros con un resto de memoria. Llega por caminos desconocidos dibujados, delineados por su maga, por su hermosa tejedora en la llanura de sueños sin espejos. Apaga su voz encendida de capitán, de torrente de fuego, de ronco huracán, con una seca afirmación conserva el nombre perforado. Hipoteca su tiempo a intereses salvajes. Dócilmente se hace un animal de feria.

El Oro de la Tarde 13

  Estas palabras que alineo y ordeno con tesón son tuyas, las dicta el viento desde la copa de los árboles, las roba a sueños de pájaros y no me pertenecen. El oro de la tarde 14 Puedes negarte mil veces. Intentar prohibirme, desterrarme. Invadiré tus sueños y colmaré tus silencios con mis huesos.  

El Oro de la Tarde 12

  Tu imagen alcanza la memoria. Asalta los recuerdos. Me ata con hilos de voz. Se anuda de promesas y me conduce con impaciencia. Caminos de hormigas voraces me recorren, la lengua torpe se paraliza, extraños signos cruzan los cielos y solo atino a repetir tu nombre con la boca seca.

El Oro de la Tarde 11

Déjame tu boca por un instante y cruzaré los mares convertidos en campos de lavanda. En tu boca entonces florecerán mis labios. Déjame mirar tu espalda y recorrerla ante un sol de asombros. Crecerán espigas doradas en tus alas de Ángel. Oye mis palabras, presta atención al tono de mi voz. Cambiaré el ronco sonido del vacío por el de un viento de promesas.  

El Oro de la Tarde 10

  La distancia es esta campana abandonada, roída por el tiempo, empolvada de lunas. Anochecida.

El Oro de la Tarde 9

  La ausencia es una luz un grito y tu nombre atado en los extremos.

El Oro de la Tarde 8

  El silencio es oscuro, redondo y viaja sin prisas. Se demora en las esquinas con grosera ostentación y anuda firmemente en las cuerdas vocales escandalosas palabras impronunciables.

El Oro de la Tarde 7

  Tengo los años que ya sabes tengo y aún más. Te pertenecen. En las manos un mundo de promesas y aún más. Te pertenecen. En mi cabeza ideas y sueños y aún más   Te pertenecen También te pertenece hasta mi último pensamiento, los pasos con sus huellas y esta vida que llevo con su carga de truenos.

El Oro de la Tarde 6

  Extraño tu cuerpo, tu aliento y todos tus deseos. La distancia convertida en monstruo y amenaza.   El silencio los espacios vacíos no me alejan. -Nada puede hacerlo- Pienso en ti al ritmo que marca este corazón. Sístole y diástole pronuncian tu nombre a cada instante.

El Oro de la Tarde 5

  Quiero ser la huella de tu paso. La piedra que canta en tu camino, el viento que te acompaña, que te silba, que te habla. La luz de tus mañanas, la sombra sin nombre, la roja montaña. Quiero estar en esa esquina entre la sorpresa y el miedo y soplar el llanto lejos de tus ojos, a esos continentes que jamás visitaremos

El Oro de la Tarde 4

  Cuando el mundo no sea más mundo al fin; y este cielo no sea cielo y al día no le suceda la noche como es costumbre, y el tiempo no sea esta amenaza y los caminos se nieguen a llevarnos tomados de la mano, y los mares y océanos se detengan para convertirse en piedras de sal. Sí todo cambia de un golpe, y despertamos entre equivocados silencios y distancias imperdonables… Yo permaneceré de una pieza contra los vientos de hielo con tu amor como bandera. Buscaré  tus besos de peces brillantes, tus cabellos con destellos de bronce y tus pasos de luna viajera, buscaré una excusa cualquiera para encontrarte, y al encontrarte… -porque he de encontrarte siempre- Sí tú lo quieres. Sí me lo pides… Con estas manos, que se perdieron un día en violentos vendavales, haré un mundo a tu medida para recorrerlo juntos.

El oro de la Tarde 3

  El oro de esta tarde de domingo sin misa ni oración quedó grabado sobre espejos mohosos de lluvias pasadas. Sobre lagos y charcos de azarosa angustia se repiten los brillos enfrentados a las sombras a la noche y su amenaza. Sobre el tiempo que marcan los relojes apostados en las iglesias como guardianes inflexibles, exactos, también se graba el oro a chorros Más allá de la memoria y la distancia, el oro de tu risa el oro de tus besos el oro de tu piel está grabado en alguna parte de mis jotas y empuja los pasos contra la amenaza de la noche última.

El Oro de la Tarde 2

  Empujo el día con esfuerzo. La hora es morosa el minuto interminable sin un respiro el segundo.   La tarde descargó pesadas nubes. La amenaza de agua y viento se convirtió en hecho consumado, lágrimas dulces espesas y opacas. Empujo la noche con recuerdos. En silencio amarro mis manos al destino, en la distancia abro surcos de encuentros sin sombras.

El Oro de la Tarde 1

  Quiero la delgada línea que dibuja tu sombra para liberar tus pájaros cada mañana. Quiero la honda huella de tu pie descalzo para entregarte un nombre y un camino. Quiero el pálido aliento que mancha tus espejos para abrirle botones de rosas a tu voz. Quiero un pensamiento tuyo para encender en tu sangre fogatas azules que espanten el miedo.

Cumples año

Se cuentan solsticios de invierno y de verano, se suman primaveras y otoños para enlazar los recuerdos con precisión de fechas. Se marca con atención el paso de la luna, el rastro que deja sobre los cielos en su intento de conquistar estrellas su cambio de vestido, llena, nueva, creciente, menguante y hasta negra. Se contabiliza en números la invariable victoria de la luz contra las sombras, para rendirse mas tarde entre ocres y violetas, mal sino de constante repetida despedida. En un intento de esconder la fatigosa rutina señalamos nombres a los días los agrupamos en semanas para convertirlos en meses y transformarlos en años luminosos. Cada aparición del sol y el reventar la mañana de colores en su inevitable transito por las doce casas conocidas de aire, fuego, tierra y agua se nombra, asocia y suma Se hacen guarismos de sucesos para mas tarde pasarlos por el tamiz del tiempo, ese que hoy, exactamente hoy, te mide en mas de una treintena. Yo en cambio sumo momentos, instantes, refl