Asisto al ocaso de las palabras
Asisto al ocaso de las palabras precedido de espantos, en un insomnio que amarra los días con nudos falsos. Esta fuga sin precedentes ni avisos, ni alertas me toma desprevenido. Se apagan los destellos de frases y oraciones completas perdiendo el sentido y una a una sin despedirse se extravían sin horizonte. Sin dejar siquiera un mal reflejo que sirva al menos de señal oculta, de mapa, en estas sombras que consumen con voracidad cada letra.