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Mostrando las entradas de febrero, 2012

Regreso inútilmente

Regreso inútilmente a los años de arcilla Largo es el camino de piedras, mis días de polvo las horas de barro Voy a tu encuentro de nube, a este cielo de pájaros. Mi voz se hace humo los pasos en desbandada. En la sombra de tus redes recién tejidas como dos soles apagados o quizás dos lunas eclipsadas, desde una noche partida en dos redonda como el mundo te descubro en los ojos del mar iluminada.

En los senderos de la frente

En los senderos de la frente germina la angustia, abre bajo los ojos manchas oscuras crece larga y profunda como un túnel la soledad y resbalan por ella de la mano huérfanos, los días los años y hasta las horas.

Ahora

Ahora que te miro detenido desde el ángulo imperfecto del destierro Ahora que te miro sin la arista perfecta donde confundo las incógnitas Ahora vuelves a golpear insistente las arenas Y traes espumas de otros olvidos Regresas a esta playa de espejos rotos donde se desdoblan imágenes para borrar mis huellas.

Entre las ásperas

Entre las ásperas paredes de una casa, sin adiós me he quedado solo. Quise saltar al aire y me faltó el aliento para tanto remolino de vientos cruzados. Quise romper silencios y me falto la voz para tanta mudez atroz. Entre los cuatro rincones de una casa sin puerta de asalto me he quedado solo. Solo, sin adiós sin aliento sin voz.

Se abre una esperanza

Para llegar a la altura quirúrgica de tus ojos, me visto de los años que he vivido y ya no tengo. Hondas y firmes mantengo grabadas las líneas imposibles de la frente, disimulo la miopía con cristales pulidos y levanto un solo sueño con manos extendidas a la esperanza, a mi última esperanza. Para llegar a tu casa tranquilo, calmo, libero angustias, despliego las velas del tiempo a un solo sueño donde el viento cómplice acaricia nubes coloridas y sopla y empuja a otros horizontes amenazas, engañosos nubarrones. Para llegar a tu casa con paso firme borro malos recuerdos, invoco tu nombre y abro las puertas a un solo sueño.