Hay un café en Altamira
Hay un café en Altamira, es un local sencillo y sin lujos, sin grandes pretensiones, jamás ha querido ser un café francés. Pasa desapercibido, quizás porque se encuentra escondido en una de sus calles, pero son muchos los que afirman que en este local se hornean los mejores croissants de la capital y desde diferentes lugares de esta ciudad, que crece sin control ni sosiego, llegan los insaciables clientes, que hacen cualquier esfuerzo para obtener un bocado de gloria de sus encendidos hornos. Alguien corrió la voz, otro repitió el entusiasmo y creció la fama de este café, quién o quienes lo hicieron, es una incógnita que no he podido resolver. Yo soy un cliente de toda la vida y efectivamente, los croissants son maravillosos, también, lo es el café con leche, cremoso y en su punto exacto de calor para disfrutarlo sin correr el riesgo de quemarse la encía. Muchos quisieran que escriba la dirección, que entregue las señas, que explique la forma de llegar, pero me niego. ...