En referencia a un discurso

 

Como todos los días despertó de mal humor, comprobó que amaneció con servicio de agua y electricidad, pero ni siquiera eso cambió su mal genio, en un país que gira a la buena de Dios y escasean los derechos, ni siquiera esa buena señal le cambió el ánimo.

Siente la boca amarga y seca, el efecto del malestar general del alcohol licuando la sangre es letal, los pulmones son piedras porosas  de humo y nicotina y en esas condiciones el ánimo es de perro apaleado. Como cada mañana repite los mismos movimientos con la constancia que obliga la rutina.

Bebe directamente del chorro de agua del lavamanos, se cepilla los dientes y no logra quitarse el mal aliento, se afeita, recorta el bigote con la precisión y exactitud que le permite la costumbre, se queda un siglo bajo el agua caliente perdido entre los recuerdos que se evaporan sin poder retenerlos.

Se viste con ropa limpia y sobrado desgano. Trata de recomponer alguna idea sin conseguirlo, y una vez más opta por repetir los movimientos mecánicos que sabe de memoria. Cruza una y otra vez el listón de la corbata hasta conseguir el nudo corredizo que anuda en su garganta, todas sus corbatas son negras desde el día que un Teniente Coronel grosero e impertinente  se hizo presidente y él se declaró en luto activo.

Como siempre llega puntual al trabajo y espera que pasen las pesadas ocho horas reglamentarias, cambia el desaliento por la máscara correspondiente, cumple la pauta social con estricto rigor, no se deja intimidar y se permite la licencia de la burla inteligente contra las nuevas normas establecidas.

Finaliza el trabajo y los pasos lo llevan como cada tarde al Ambos Mundos, allí lo espera el bochinche de las palabras, la hermandad incondicional de los amigos, el humo compartido de innumerables cigarrillos. El vaho del alcohol no logra acallar el grito de libertad que asoma envuelto en los vientos de la noche y se convierte en huracán que reclama el regreso a la democracia secuestrada, a levantar la República perdida.

Los amigos celebran su último poema, tendencia en las redes, se ha hecho viral, es una clara referencia a la intervención de Diego Arria en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU este 11 de septiembre y que muchos no pueden leer por la censura, en cambio las estrofas del poema resumen el discurso y se cuelan entre los mensajes de los celulares. La envidia vestida de patriota cooperante lo ha denunciado.

La injusticia aparece con su rostro perturbador y siempre inoportuno. El Servicio de Inteligencia toma el local, más de quince hombres vestidos de negro, los rostros ocultos bajo máscaras que simulan calaveras y armados para la guerra se repliegan sobre la barra, saben que allí se acodan los defensores de la palabra.

Lo levantan por encima del asombro, le ponen los ganchos, no le permiten siquiera una llamada de auxilio y atraviesan la noche imponiendo miedo a la razón, a la justicia. La poesía cobra vida cada noche en el Ambos Mundos y con ella espantan el miedo sus amigos. Al trasponer la puerta convertido en prisionero político, sus amigos levantan los vasos, se declaran en rebeldía y repiten las estrofas que él escribió y todos conocen:  

Mas burro el mentecato

con sobrinos

en el narcotráfico

en estrecha relación

con el cartel sin recato

del escuadrón de los soles.

Marioneta de los Castro.

Monigote con bigote

de un padrino sin ahijados

que se levantó con el mando

en el desorden de la carambola

de una jaladera de bola.

Torpe fantoche

de un teniente

cobarde y sin cabello

que de día y de noche

impulsa el atropello.



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Veintisiete apuntes desordenados

Descabelladas suposiciones descubren un enigma

02262024 -96-