Aquí encontraras poesía y cuentos que esperan por ti.
Las palabras, como cada uno de nuestros actos dejan huellas, que pueden ser efímeras, indelebles, imprecisas, gastadas.
Estas son mis huellas grabadas sobre el espejo para su uso indiscriminado.
La muerte lo sorprendió y como todos los que se murieron antes que él desconoce aquello que acontece y no está preparado para dar ese paso, su ignorancia del momento en que cruza el territorio que separa a los vivos de los muertos es absoluta, no tiene ninguna idea de las sombras que pueblan el espacio que debe atravesar, es una zona que permanece cubierta por el manto de lo desconocido y para muchos resulta tenebrosa. Llegada la hora, al cruzar la encrucijada final y enfrentar ese nuevo horizonte desconocido se despejaran todas las incógnitas. Eso pensaba Raúl Romero mientras estaba vivo, por ese motivo nunca mostró interés alguno en desentrañar el misterio que acompaña a la humanidad desde el primer día de su existencia. Prefiere buscar soluciones prácticas a problemas urgentes: pagar el arriendo, arreglar la llave que gotea, comer, protegerse del sol y de la lluvia, mantener el equilibrio frente al saco de circunstancias que le exigen respuestas. Su lema ante la vida sie...
Todos tenemos los pasos contados, también, de antemano, está programado el número exacto de latidos, esos golpes sincronizados de sangre, que a borbotones entran y salen del corazón. En esta increíble y maravillosa maquinaria se ha programado con precisión cada inhalación que llena los pulmones, hasta la exhalación última y definitiva. Los suspiros no cuentan en la ceñida contabilidad de estos actos mecánicos y quién sabe, cuántas otras cosas más. Quizás, a lo mejor, están previstos los cauces por donde correrá nuestra vida, el trazado de horizontes posibles, los caminos que vamos a transitar a ciegas y dando tumbos, pero realmente no tengo seguridad, ni siquiera una señal borrosa de que el futuro esté escrito, en cambio, tengo la certeza que el fin de nuestra vida está marcado, y en eso nos parecemos a los tarros de mermelada, en ellos también viene impresa la fecha de vencimiento. Tenemos asegurado el final, una mano ajena y desconocida marcó sin titubear el dí...
Durante todo el funeral mantiene el comportamiento propio que le exigen sus vestiduras. Acompaña en el dolor a familiares y amigos. Sus gestos y acciones reconfortan a los dolientes. Encabeza los rezos y también el rosario. Accede a los ruegos de los deudos y es él quien dirige la palabras para encomendar el alma del difunto a la misericordia divina, es imposible negarse, él se debe a sus fieles, a su comunidad. Con fe en su credo, pide ayuda al altísimo, propietario indiscutible del verbo y se convierte en instrumento de su generosa bondad. Son profundas las palabras de compasión ante un acto de extrema violencia que atenta contra la Iglesia y es señalado como pecado. En su oración recuerda a los presentes, que solo Dios conoce el estado de alteración espiritual, que empujó a uno de sus siervos a dejar este mundo por su mano. Con voz pausada repite las enseñanzas del Catecismo y cita de memoria: "trastornos psíquicos graves, profundas angustias, oscuros temores, pueden disminui...
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