Tarde de albahaca


Mi tarde de albahaca
se sostiene
sobre el ámbar
de tus ojos,
que descansan
sumergidos,
fluorescentes,
escépticos,
en cápsulas nocturnas.
Mi tarde estacionada
sobre las horas,
se convierte en noche de sombras
sin constelaciones.
Afilados dientes de perro,
cuchillos de hielo,
amenazas plateadas
y silencios.
Temibles espacios vacíos,
feroces
puntos y aparte.
Incapaz de sostener
el paso
sin tu voz,
me lanzo por la autopista
a velocidad de vértigo.
Busco mi frágil tarde
de albahaca
entre el ruido de motores
desenfrenados.



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