Aquí encontraras poesía y cuentos que esperan por ti.
Las palabras, como cada uno de nuestros actos dejan huellas, que pueden ser efímeras, indelebles, imprecisas, gastadas.
Estas son mis huellas grabadas sobre el espejo para su uso indiscriminado.
Si yo logro honestamente, más allá de la tiranía del instinto, si alguna vez yo consigo sin imposturas, más allá del impulso primitivo, mirar con total libertad, en lo profundo de los ojos, a una mujer, podré alcanzar el mayor de mis triunfos.
Veintisiete apuntes desordenados C apítulo VI Lo Femenino El Espíritu del Valle nunca muere. Se llama la Mujer Misteriosa. Y la Puerta de la Mujer Misteriosa es la base de la que el Cielo y la Tierra surgieron. Está allí, dentro de nosotros, todo el tiempo; saca de él cuanto quieras, jamás se seca. Lao Tse Capítulo XXXIII Lo Perdurable Aquel que conoce a los demás es un erudito. Aquel que se conoce a sí mismo es un sabio. Aquel que conquista a los demás, tiene el poder del músculo. Aquel que se conquista a sí mismo es fuerte. Aquel que se halla satisfecho es rico. Aquel que es decidido tiene fuerza de voluntad. Aquel que no pierde su centro, perdura. Lao Tse Veintisiete apuntes desordenados Angela Paola 05092022 Ramón 05102022 Nuncia 05112022 Mérida 05122022 Rebeca 05132022 Keva 05162022 Aymara 05172022 Marilyn 05182022 Thony 05192022 Olivia 05202022 Esther
La realidad en Venezuela llega a ser más inverosímil que la ficción creada por mi pobre imaginación. Las aspas del helicóptero mantienen un alternado y acompasado movimiento único que producen un monótono y persistente: tacatacatacatacata. Tacatacatacatacata. Tacatacatacatacata. Tacataca… estoy acostumbrado al sonido, pero hoy representa la desgracia y a esa contingencia no me acostumbro. En la duermevela de la madrugada, insomne, en una barraca donde espero las órdenes de mi próxima misión escribo estas líneas con miedo, estas suposiciones que parecen descabelladas, son la constante de un país que está sojuzgado y vive bajo la amenaza de la guerra asimétrica. Tacatacatacatacata. Tacatacatacatacata. Tacatacatacatacata. Tacataca… El motor encendido del helicóptero anuncia la salida. En ningún momento pretendo justificar mi deslealtad y tampoco busco justicia. La carga intangible de la culpa me censura, me acusa, murmura ofensas que definitivamente merezco y me anulan. En el ejércit
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