La palabra que sana


Yo recibo tu saludo.
Tu cálida palabra
desde las sombras y el miedo.
Desde la inquietud de los rincones
donde nos ha empujado el dictador:
que envenena los mares
y nos separa.
Oxida el aire y la sangre.
Reparte pólvora.
Mezquino
oculta medicinas.
¡Impone la muerte!
¡Instala mentiras!
Tu sólida palabra,
tu saludo solidario
cruza las estaciones
logra evadir las fronteras, los uniformes
y llega preciso como el canto del gallo.
Llega a la hora de los abismos.
Tu saludo enfrenta al desencanto
y levanta la esperanza
que espanta al desaliento.


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