Lágrimas 2016-24
No hay llanto suficiente
que acompañe nuestros muertos.
Derramadas todas las lágrimas,
-secos los ojos-
el dolor permanece intacto
y se convierte en sombra
que nos envuelve.
Vamos a cubrir las tumbas
con el más puro de los rencores,
con esta rabia sorda a razones,
y se nos conozca entonces
por nuestros excesos.
Vamos a escribir en las leyes
los nombres y apellidos
de los opresores de hoy
para no repetir
el ciclo de la historia
y la vergüenza los cubra
por siempre y para siempre.
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