Huellas y Amenazas VIII

Permanezco despierto
persigo el hilo gastado
del recuerdo,
alumbro la noche
empujo las horas
convoco apremios
apuro este encuentro.
Se dispara la sangre
me asfixio.
El ritmo del reloj
ni se inmuta
su exacto corazón
se obstina en la precisión
de segundos y minutos
pesados
inflexibles.
Corro
sin avanzar
ni un poquito.

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