La difícil tarea de ser constante
La paciencia es un árbol que se cultiva con constancia y esperanza, su fruto es único: es la virtud de resistir aún y a pesar del sufrimiento. Requiere un compromiso permanente, fidelidad absoluta al principio de seguir adelante a pesar de los obstáculos y por contraste, asumir que la vida es una prueba eterna, que en ocasiones debemos soportar la adversidad y el sufrimiento sin lamentaciones, con resignación y sobre todo, con firmeza. Algunos le atribuyen propiedades extraordinarias a la paciencia, es un atributo que no todos poseen y se llega a los extremos de afirmar: que la paciencia es la sustancia que permite obtener una vida larga y saludable. Existen numerosas teorías para cultivar y dominar el don de la paciencia, pero no todos los que lo intentan lo consiguen y lo único cierto es que el fruto de la paciencia es la paciencia misma. Manuel Martínez reconoce que su vida está signada por la impaciencia y una virulencia desbordada que lo consume, acepta que la ansiedad lo dom...