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La marca de una dspedida

  Yo cabalgo el entusiasmo en esta tarde que se despide, el sol es un globo enorme hinchado en llamas y se viene abajo con la amenaza de incendiarlo todo, ese valiente sol acosado por espesas nubes de color lila arremete con sus intensos amarillos y abre heridas doradas en un intento desesperado por mantener el cielo limpio y claro, pero  indolente  y cobarde el temeroso cielo se deja arrebatar sus tesoros azules y a pesar del dolor se entrega a la oscuridad, ha perdido la esperanza sin luchar, sin convicción. El sacrificio del sol permanece grabado y oculto en mi recuerdo. Ese cielo indiferente entra perplejo a las sombras de las seis de la tarde y en este olvidado y arenoso pueblo que lleva por nombre  Viento Fresco se levantan a esta hora remolinos de polvo rojo para  ensangrentar la hora, que queda sembrada y echa raíces en mi memoria. En la glorieta de la vieja casona de tus padres esperamos juntos por última vez la llegada de la noche, arrebatado por mis v...

En la aurora de los volcanes

En la aurora de los volcanes en ese amanecer único, borré todos los nombres para recordar el tuyo. ¡El cielo era de pájaros encendidos! En tus cabellos trencé íntegros mis sueños y desde ese instante: cada una de mis palabras te nombra. Cada uno de mis pasos revela la huella inédita, el riguroso tránsito, hasta el vértice exacto en donde tu presencia ilumina todos los caminos.  

El reto del cambio

Me sumerjo en la áspera vigilia, en el exhaustivo y permanente examen de mis actos, entro al círculo cerrado de mis pensamientos y me entrego al repaso constante y minucioso de mi conducta.  Con meticulosa atención, en los extravíos de los recuerdos, observo mis acciones y sus consecuencias. La vergüenza de las faltas, ese oscuro animal que me posee, me abruma. Es atroz el peso de la culpa. Necesito con urgencia justificar mis lamentables caídas, mis irritantes omisiones, mis penosos descuidos y encontrar el origen de mis  deplorables tropiezos. Avergonzado busco una decorosa salida que me redima para no enloquecer humillado por la pena. La idea de ser una pieza del destino, empujado a un camino trazado de antemano en el que se han escrito mis continuos desaciertos, me permite un respiro, un vago sosiego. Impulsado por un deseo irrefrenable de escapar de mí mismo, de los reproches que utilizo para censurarme, de las recriminaciones con las que señalo mi responsabilidad, salgo ...

Esperanza. Variaciones

  Un relámpago delata su presencia. Sigilosa lengua luminosa de la llama, un fulgor, un estrépito. El imprevisto destello de la esperanza ilumina esta hora de sombras, este furioso instante de rabias. de odios contenidos, en una mañana de julio  inesperada.

Una historia me acecha

    Una historia me acecha desde un punto impreciso de los sentidos, aún no tiene forma definida, es una sombra sin volumen, que sin terminar de revelarse se asoma, se perfila. Intento descubrirla, pero me es imposible distinguirla y ciego camino a tientas entre velos de niebla con la única intención de atraparla. Todas las voces, los susurros que cuentan hechos, eventos, sucesos, son bienvenidos y estoy decidido a transcribirlo con la exactitud que se me confía. Pero este secreteo se escabulle entre silencios, se pierde entre las esquinas de la imaginación y los recuerdos. Se convierte en humo y desaparece. Por un instante deja la huella de un aroma, la evocación de una nostalgia, los retazos de un sueño, un testimonio anónimo, un rastro de pasado que lastima y crece mi ansiedad por descubrirla. Un antiguo detalle menor se instala en la piel, dicta pensamientos desordenados, alguna palabra sin precisión y desaparece. Me consume la impaciencia. Ensayo la posibilidad de recuper...

2017 Hoy como cada día

Hoy como cada día me abruman los adioses, los ausentes de nuestra nación en ruinas, que en un último gesto heroico envueltos en siete estrellas luminosas   nos entregaron sus nombres sin despedirse. Me abruman esos silencios eternos. No me paralizan.  No me silencian. Exijo a esta hora  el auxilio de  las palabras y una se levanta  cual tormenta enfurecida. Amenaza el  odio: la punta de esa flecha  envenenada.  Desnuda el riesgo, señala el camino,  -fugaz alumbra el futuro-. ¡Resistencia! ¡Siempre resistencia! ¡Resistencia permanente!  

El hilo de un recuerdo

  A mis hermanos                                                                          El pájaro voló y aproveché la ocasión para irme entre nubes con alas prestadas en busca de lo que no se me ha  perdido, así decía mi abuela Carola. Y la memoria la trajo de regreso sin ningún esfuerzo. Mi abuela entre costuras por pura obligación, sin elección. Mi abuela entre encajes, sedas, popelinas y paños de algodón. Menuda y siempre envuelta en el humo de aquellos cigarrillos que yo le compraba. Veinte cilindros apretados en una cajetilla dura y blanca con la impresión: Alas con Filtro, firmes y negras letras debajo de unas alas ...