Noche interminable CC
Esteban perdió completamente el equilibrio, la sangre se evaporó en las venas entre los vapores del alcohol, los pulmones encerrados en una densa nube de tabaco, estaban hechos una lástima, se levantó y trastabillando llegó a la rocola, se aferró a la diminuta moneda, con enorme dificultad logró encajarla en la ranura y marcó automáticamente la letra y el número que conoce de memoria y ha repetido durante toda la noche, es un código grabado con tanto dolor, que supera las dificultades del exceso de alcohol. El brazo robotizado de la máquina se mueve, selecciona entre un centenar de discos el que corresponde a la elección de Esteban lo coloca con suavidad en la plataforma, en ese momento, cae la aguja y obliga los acordes sobre cada surco. Una voz conocida y dolida suplica. Mujer Si puedes tú con Dios hablar Pregúntale si yo alguna vez Te he dejado de adorar Al mar Espejo de mi corazón Las veces que me ha visto llorar La perfidia de tu amor Esteban se abraza a la rocol...