Ideas para combatir una persecución


Agustín Torrealba camina sin cesar en círculos balbuceando lamentos, tiene un ataque de pánico, está prácticamente paralizado bajo los efectos perniciosos del culillo, descubre que  su vida está amenazada, que corre un grave peligro, un peligro de muerte. Se ha convertido en un perseguido, en un objetivo militar

Será acusado de ser uno de los cabecillas de una conspiración para asesinar al Presidente. Su delito es ser humorista, Torrealba tiene fama y reconocimiento internacional, pero además, es un férreo opositor a la dictadura de su país, fue él quien bautizó al dictador como Masburro, combinando el apellido con la condición que acompaña al flamante Jefe de Estado, su poca inteligencia. Su único aval para llegar a presidente electo, con dudosos votos, fue la designación en el lecho de muerte del anterior dictador.

Agustín decidió no huir del país, debe enfrentar esta contingencia con las armas que mejor conoce: la inteligencia y el humor. Sabe perfectamente, cómo lo sabe el país entero, que los teléfonos, el Facebook, los correos electrónicos y cualquiera de los medios de comunicación posibles están intervenidos, pero debe confiar en esa red anónima de desconocidos comprometidos.

Acarrea con dignidad y orgullo todo el peso de sus acciones, de sus actos y presentaciones. Sabe que le quedan pocos amigos, pero no culpa a quienes se alejaron, la situación no permite juzgar abandonos, pero en cambio valora en quilates a quienes permanecen a su lado, son leales y puede confiar en ellos. Tiene suficientes pruebas de su compromiso y amistad con la situación que vive el país.

Se le ocurre una idea que le parece genial, genial como todas las ideas que surgen en medio de la desesperación y luego se comprueban las fallas, los errores, los vacíos que conducen inevitablemente al fracaso y en este caso, el fracaso puede ser de graves consecuencias, de consecuencias mortales. Sin otra alternativa decide poner en marcha su plan y hace algunos arreglos para su ejecución.

El gobierno ha montado un espectáculo con humoristas internacionales para celebrar una de esas fechas de una épica falsa, allí estarán algunos amigos, no lo esperan en esta cita, no ha sido invitado, tampoco han sido invitados quienes adversan al gobierno y por lo tanto transmitirán en vivo. Esa es la oportunidad que debe aprovechar,  la ocasión que no puede perder,  esa circunstancia lo puede salvar y servirá de propaganda internacional en contra del silencio y la mentira institucional. Correr riesgos es mejor que esconderse.

A mitad de la rueda de prensa de manera espectacular levanta la voz y exclama, ¡Somos el comando Mandrágora! ¡La raíz de un complot internacional! Todas las cámaras lo enfocan y los rostros sorprendidos se voltean a mirarlo.

-Somos responsables del magno magnicidio contra el más burro-. -No podemos permitir que acusen a una mujer por nuestras malvadas maquinaciones-. -Maigualida Cortina Manchada es  inocente, aquí están las pruebas de nuestra iniquidad-.

Agustin Torrealba agita en las manos unos papeles y dice: -estos son los correos electrónicos encriptados que intercambiamos con el imperio, con la CIA-. -Me permito leer el que más nos compromete-. -Lo recibimos hace tres días-. Todos, incluso, los efectivos de las fuerzas de la dictadura han quedado perplejos, paralizados ante la desmesura de esta declaración que nadie esperaba, que es imposible imaginar. Agustin aprovecha el silencio y lee:

Abre la cuarta ventana de su palacio para mirar flores azules, sus escasos pensamientos son inversamente proporcionales con la abundancia de sus heces. Con el rayo de plata enviamos papel de baño, sabemos que allí falta de todo y sobran imposturas. 

Torrealba no se detiene y sigue hablando: 

-Voy a traducirlo para que descansen los hombres del G2 cubano-. -Nuestras fuentes dicen que tienen días sin poder dormir y ya están inventando historias y en busca de culpables, de ciudadanos inocentes para encarcelar-.

En la cuarta ventana del Palacio de Miraflores duerme el Presidente, desde el  Dron Estrella un rayo contaminado con ácaros caerá  sobre sus almohadas y el nuevo tirano morirá enfermo, igual que murió el otro Dictador.

Desde el público, uno de sus amigos, con el que se ha puesto de acuerdo previamente, aplaude frenéticamente y pregunta.

¿Cómo se llama el espectáculo y cuándo podremos verlo?

Tomados por sorpresa han transmitido al mundo entero su salvación y Agustín Torrealba concluye entre risas y aplausos.

Imaginario Magnicidio Mancha Manos Inocentes, ese es el título de nuestro drama y podrán disfrutarlo únicamente  si el gobierno lo permite.


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