De futuro y profecías
Desde la incertidumbre
convertida en constante.
Desde el miedo.
Desde la mirada miope y torpe
busco signos y señales
de mi destino.
Mi futuro tallado a fuego
sobre piedras volcánicas
con símbolos perfectos
en una lengua de olvido.
Desde esta certeza momentánea
intento trazar coordenadas
para el próximo paso.
Al instante se desvanece
la posibilidad
de emprender esta empresa.
El esfuerzo me supera.
Prevenir lo impensable
no está en mis manos.
Con datos y estadísticas
mido la distancia
que me separa de la muerte.
Estoy agendado en ese libro
desde el primer aliento.
Quizás un traspiés
en una esquina que desconozco
y que la muerte sabe de memoria,
en ese lugar me esperará tranquila
a sabiendas
que no hay plazo
que no se cumpla.
Tú me exiges
desde el desamparo
de interrogantes sin respuesta
que no te falte,
para tomar los niños de la mano,
para inventar una ruta segura
de horizontes abiertos.
Yo conozco poco, o nada del mañana,
de la bifurcación de los caminos,
pero contesto con voz segura:
Aquí estaré amor
mientras me necesites.
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