Serie en la cocina
III
La
cocina en esta casa
es un
rincón amable,
acepta
en silencio mi ignorancia,
la mano
torpe
en la
necia exigencia
de mis
apremios,
de esta
obligada impaciencia
que me
acompaña.
He
llegado a un pacto
inestable
con el fuego
y las
ollas me agradecen
que el
arroz no se pegue
y el
guiso no se queme.
Con
un frágil acuerdo, mudo,
endulcé
el filo de los cuchillos
Y ya no
me hieren, ni mutilan.
La
cocina me señala inflexible
cada
error que cometo
y espera
con ternura
verme
crecer
sin
apenas contar
cuantas
veces me equivoco.
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