Abandonado a la suerte
Abandonado a la suerte
de doce horas terribles
en medio del infinito hostil
al final de la tarde
se suicido el sol rojo
pintado de naranja,
se enterró con violencia
decidido
sin un grito,
sin asombro,
en el vértice de dos montañas
de azulada silueta
el cielo entero
apura la noche
para quedarse
de luto cerrado.
de doce horas terribles
en medio del infinito hostil
al final de la tarde
se suicido el sol rojo
pintado de naranja,
se enterró con violencia
decidido
sin un grito,
sin asombro,
en el vértice de dos montañas
de azulada silueta
el cielo entero
apura la noche
para quedarse
de luto cerrado.
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