Señales CC
Cada día camino 20 minutos para cumplir con un horario establecido de antemano. La obligación de pagar las cuentas impone el esfuerzo de un trabajo. Camino bajo un cielo azul amparado en la esperanza, y a veces, bajo un cielo cerrado de peligros. Camino con zapatos mojados y medias húmedas bajo la lluvia, o la nieve. Camino sin detenerme con vientos furiosos, o con brisas amables. Camino y no me quejo, ni me detengo en peligrosas autocompasiones. Camino y lo disfruto. Este trayecto me permite observar mis pensamientos. Revisar mis actos. Soñar futuros. Apenas doy unos pasos fuera de mi casa y allí, ante mis ojos, la inagotable inteligencia humana. El hombre enfrentado a sus circunstancias, el desarrollo, la ley y la norma son parte del paisaje y no me sorprende, ya es costumbre. Antes del primer cruce, lo primero que encuentro en este camino es la casa de Dios, una pequeña capilla, pero en ella se concentra toda la fuerza divina. Sin proponérmelo surge un pensamiento ...