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Mostrando las entradas de 2025

01212025 CC

El severo juicio  de la historia,  -tribunal infalible- examina con rigor y juzga inclemente. La imagen del otro,  -ese vociferante- omnipresente del pasado, es ahora,  bajo el áspero escrutinio de la historia,   incómoda basura. Su nombre se asocia: a la ruina,  al destierro -actos perversos-.  En alguna olvidada pared perdura el antifaz gastado  y la mirada siniestra. Una sombra perdida  en el laberinto de continuas imposturas. Cien razones certificadas para el olvido. La historia, sin duda alguna, lápida irreverente.

01092025

  Hoy es 9 de Enero 2025 y es justo el año  que se enfrentó al miedo. Hoy me siento azul -histórico- río crecido. Otros muchos se sienten amarillos -iluminando- una gruesa línea de la historia y los más se sienten rojos, enardecidos por la sangre  -coagulada-. Somos todos: amarillos, azules y rojos el bravo pueblo  que levantó la voz para obligar a cumplir  la ley del elegido  y hará correr al despotismo. Sin lugar donde esconderse será alcanzado, finalmente, por el Bravo Pueblo sin cadenas.

01032025

Despierto tarde. La limpia luz primera, ese rayo deslumbrante que hiere de muerte a las sombras, no espera, cumple su tarea  con precisión y se difumina con el día,  al igual que los pueblos cuando al fin se levantan  y no es suficiente el miedo  para detenerlo y gritan las piedras  en el preámbulo del día  !!Que nos tenga miedo el miedo!! ¡¡Llegó la hora!!

01022025 CC

Al igual que las palabras soy prisionero  de los márgenes. La norma, la regla, -siempre inflexible-  impone límites, brechas humillantes, obliga pausas y silencios. A veces me sorprende encontrar en las palabras  frases brillantes, luminosas,  y yo, algunas veces, tras mucho batallar arranco fulgor a un instante. En las palabras encuentro sílabas desmedidas  sin objetivo definido, y yo, a veces me pierdo, sin encontrar  contenido. Asumo que el sentido, el peso específico lo descubro entre líneas  al igual que en las palabras. Las palabras se apoyan  en los signos, los acentos, interrogan y se admiran. Yo me apoyo en otros trucos para seguir adelante y debo debo confesar,  que al igual que las palabras, le temo a lo desconocido, al vacío del punto final que se aproxima, que llevamos encima.

01012025 CC

  La jauría salvaje  de deberes cotidianos  me devora cada día con dientes acerados,  y mantiene a su derecha  los huesos rotos  de mi entusiasmo. Los minutos están contados,  el horario es impuesto por otro,  de antemano, y de obligado cumplimiento según dicta el reglamento.  Me gana la prisa por cumplir las tareas, por tachar la lista y sentarme al fin a mirar por la ventana,  pero la hora se demora. Consumida la fecha en inútiles afanes,  paso por alto detalles menores. Vivo a saltos.