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Mostrando las entradas de junio, 2024

La voz 1996-2024

  4 En el último peldaño  de una escalera  la luz de agosto te ilumina y en ese instante,  -sin sospecharlo- se disolvió la noche y caminé de regreso  a la alegría perdida.   Recuperé mi voz: elocuente campana que despierta la mañana con sus tonos y matices. Mi auténtica voz: de pájaro, de fuente, de río y también de centella de lluvia y de tormenta.

La voz 96-24

  3 Mi voz dejó de ser esencia, sustancia, principio.  -Verbo creador-. Mi voz perdió el tono  y se hizo frase accidental, copia odiosa,  repetición y fatiga.

La voz 96-24

  2 Con necia insistencia,  con nubes inocentes en un cielo de futuro seguro forjé tormentas. Asistí a vagos simulacros,  al desorden de las ventoleras. Y en esos años alborotados  mi voz se distorsionó  a límite bulla. Mi legítima voz la suplantó el ruido, -ruido agotador- hasta el agobio.

La voz 96-24

  1 Largo tiempo mi voz fue un eco de imposturas y en el coro de la ignorancia  dibujó falsas realidades. Perdí mi legítima voz, repetí rumores con convicción  y fui tono de otros intereses. -Resonancia vacía-

Fórmulas

  Para mi amigo: Gregorio Tienda Delgado, recién ha llegado este junio 2024 a los 88 cruces del camino. No hay líneas  de puntos sucesivos que traigan los recuerdos, como tampoco  hay caminos  que nos lleven al olvido. El recuerdo es una nube sin rumbo llena de sorpresas que aparece y se descuelga. El olvido -en cambio- es un pozo azul  entre montañas. No hay fórmula oculta en el olvido, ni norma peculiar en el recuerdo. El olvido  -temida sombra- se escurre sigilosa: envuelve los momentos, abre brechas entre fechas y deja huérfanas las horas. Es sin duda el olvido, un  enemigo atroz: abre vacíos  pozos ciegos y convierte los nombres  y los rostros en incógnitas. Con voracidad desmedida la crueldad del olvido se hace presente para hacer hilachas nuestra historia.  Entre el recuerdo y el olvido hay una rendija en tránsito, en donde le crecen alas  a los actos. 

-1998-

En mi calendario el vacío del círculo  encierra la fecha que señala tu ausencia  y amenaza silencio.

06172024

  El pensamiento se desvanece en la oscura zona del miedo, desaparece antes de concluirlo y se hace imposible seguir el hilo para convertirlo en palabras, o en dardo,  en flecha,  en cuchillo, en arma de fuego. La dictadura de innumerables carencias obliga a la dignidad del silencio, otra forma dolorosa de resistencia.

Camino

    Camino ojeroso -de polvo y viento-  en el eco repetido  de las diez de la mañana. En esta hora vacía las sombras huyen de los pasos y en los minutos sordos el horizonte es de silencios. El tono inconfundible de tu voz -que se ha quedado para siempre- instalado en la memoria, cuenta otra historia y revienta mi entusiasmo  contra los años, en esta hora ojerosa de polvo y viento.

Momento 1917-2024 -variación-

  En ese momento exacto: cuando tus brazos cierran el círculo y nuestros cuerpos se unen en un abrazo, el horizonte es infinito y lo único que existe es tu corazón que palpita con el mío.

Lágrimas 2016-24

  No hay llanto suficiente que acompañe nuestros muertos. Derramadas todas las lágrimas, -secos los ojos- el dolor permanece intacto y se convierte en sombra que nos envuelve. Vamos a cubrir las tumbas con el más puro de los rencores, con esta rabia sorda a razones, y se nos conozca entonces por nuestros excesos. Vamos a escribir en las leyes  los nombres y  apellidos de los opresores de hoy para no repetir el ciclo de la historia  y la vergüenza los cubra por siempre y para siempre.

06052024

Una lluvia furiosa  -no pronosticada- lava las calles, envalentonados vientos violentos  la acompañan y restriegan el aire con dedicación y ahínco. Yo miro el arduo trabajo de los elementos  y me da por pensar  en lo inútil de este esfuerzo. Con el vigor de siempre, -por costumbre- con renovado entusiasmo antes de finalizar la labor de la lluvia y el viento  ensuciaremos de nuevo.  

06032024

  Es tres de Junio otra vez, la fecha se repite tenaz bajo el rigor del tiempo y permanece intacto en el recuerdo aquel lejano tres de junio  del año noventa y nueve y confronta a la memoria, a sus consabidas tretas,  a sus elegantes distorsiones. Con el habitual acento  en la incertidumbre, -como todos los días-, ese día, también, la incertidumbre  quiso teñir el porvenir de púrpura y de malva. Tercos y afortunados, con testigos cercanos, observadores embrionarios y el impulso incontenible de corazones desbocados, juramos ser círculo hasta el final de los días. Con gestos y miradas nuevas, con la palabra -siempre- con la misma vieja esperanza nos arropamos  para renovar votos cada día.  Por una ventana abierta  hoy tres de Junio entran en tropel -a la carrera-  veinticinco años y un suspiro. Mis hermanos cruzaron hace rato sin mayores  alardes,  sin anuncios, esta línea del tiempo, esta puerta de roble. Nosotros vislumbramos vehementes  destellos de plata  y ellos -mis hermanos- en la

La palabra

La humilde palabra que ayer me señaló y dió nombre  a este desasosiego que me acompaña, hoy está desarmada y muere finalmente de hambre. Rota entre los dientes, antes de ser pronunciada, la palabra desaparece y las ideas se ocultan en este café negro que me sostiene.