04252024

 


Avanzo con paso familiar

a la encrucijada próxima,

llegaré una madrugada

sin equipaje

con el peso de la luna

sobre la espalda.

Y es tanto lo vivido,

tantos los años,

que me pierdo en la cuenta.

Tanta la distancia

de fronteras inflexibles,

que olvido las ciudades

y el color de sus cielos.

Tanto zapato roto

en el trayecto,

tanto olvido voluntario

dejado en el camino.

Y para mi sorpresa, 

en el espejo de esta tarde 

se refleja alucinado

todo mi cariño intacto.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Escape desde las fronteras imposibles del sueño

Un intento por adivinar mañanas

Clinicamente muerto