Mis manos

Mis manos
que conocen
otros mundos
y no le temen al trabajo
tiemblan
al intentar volar
sobre tus muslos.

se paralizan
los dedos
al moverse
suavemente
hasta el valle
donde apenas el rocío
humedece la pasión.

Intentan a tropezones
dejarlo subrepticiamente
y saltar
a tus colinas gemelas
ahora coronadas
de capullos rosados.

Mis manos tiemblan todavía
al rodear tus colinas,
tomarlas por asalto
y sentir los capullos abrirse.

Descansan un momento
en la planicie de tu geografía
para bajar en un vaivén
adonde se confunden
todos los vientos
todos los mares
todos los fuegos
y poder clavar mis banderas
con un solo clamor.

Mis manos
que conocen
otros mundos
y no le temen al trabajo
tiemblan
pero no se detienen
en tus frágiles fronteras.

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