Serie Un Hombre IV

Un hombre
se queda con la piel
de una mujer
entre las sienes.

Duerme,
amanece con ella
y al abrirse los colores
de la mañana,
aún confundido en su sueño
la extraña,
la extraña
de tal manera,
con tal desespero,
que abre los ojos
ahogándose en el miedo
de no encontrarla
y le faltan manos para abarcarla
y le faltan ojos para recorrerla
y le faltan palabras
y le sobra el aliento
y siempre
siempre
le falta tiempo.

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