Un héroe en la mira del odio
En un recuadro pequeño de la primera página del periódico, en el costado inferior derecho, el titular de la noticia en negritas es un punto apenas más grueso que la historia. La curiosidad me empuja a descifrar el criterio que obliga al Editor Jefe de la Sala de Redacción a imponer en el último minuto, antes de correr las rotativas, la impresión de estas ocho líneas apretadas que rompen el celofán y están dedicadas a quien fuera hace mucho tiempo una gloria nacional, un héroe olvidado. Muere en accidente El Rey del Florete La noticia en el periódico dispara mis recuerdos de veinte años atrás. Conocí a Juan Carlos Rebolledo en los Juegos Olímpicos. En esa época yo era un itinerante corresponsal deportivo y Rebolledo me pareció un espadachín formidable, con extraordinaria lucidez para anticipar los ataques, dotado de un cuerpo excepcional, flexible como junco. Rebolledo utilizaba esa capacidad corpórea con maestría para convertirla en destreza y de esa manera impo...