Entradas

11202024

Aguardo obstinado detrás de los espejos, trasciendo imágenes  superpuestas en la memoria y observo sin interés  la prisa que pasa  convertida en humo. Terco, o paciente,  espero encontrar  aquel que fui una vez  y ya no soy,  devorado en  un incendio, un incendio ajeno que no pude sofocar, Pero me empeñé a fondo  hasta el final.

11192024

  Un día y otro, y todos los días confirmo convencido el tono oscuro  de mis huellas, el rastro de mis actos, el rostro reflejado  en los recuerdos, -realidad distinta  a la verdad-. Yo cedo el poder  a la palabra,  que precede  los caminos.

11182024

  En todos los ojos se repite insaciable el brillo de tus ojos  que me absorbe. En todos los rostros encuentro sorprendido el reflejo iluminado de tu rostro. Pero  mi corazón temerario se inquieta, se desordena,  se alborota, se desborda en tu presencia.

11152024

  Al velar tu frágil sueño la hora se demora. El minuto se distrae. El segundo olvida  el frenético ritmo que imprime  a la ansiedad y se desmorona. El silencio,  el dulce silencio ilumina tus cabellos, el contorno de tu cuerpo y gravita cómplice  en la penumbra para concederle méritos al tiempo.

11132024

  El silencio: oculto en la hilacha de un recuerdo se cuela en un descuido del perdón por una vieja rendija de rencor. El silencio: se esconde en las esquinas  con el polvo y las arañas, consume espacios, crea distancias,  contamina el ánimo  y gana el juego contra el tiempo. El silencio:  aliado al desaliento se crece en la derrota,  pero una palabra tuya  llena de colores y matices  bastará para vencerlo.

Calculada Deconstrucción

  I La palabra desarmada, desarticulada y sin argumentos ha muerto presa entre los dientes mucho antes de ser pronunciada.   No logro ordenar el pensamiento.   Me abandono a la ignorancia  de la sangre, ese caudal de desconfianza fuera de cauce.   Las imágenes defraudan y rompen los espejos. II   Mucho antes de ser pronunciada la palabra muere. La palabra muere desarticulada. Desarmada y sin argumentos la palabra se queda presa entre los dientes. No logro ordenar el pensamiento y me abandono a la ignorancia. La sangre es un caudal  de desconfianza fuera de su cauce. Los espejos se rompen. Las imágenes defraudan. III No logro ordenar el pensamiento, la desconfianza  es un caudal de sangre fuera de su cauce. Antes de ser pronunciada la palabra muere desarticulada desarmada  y sin argumentos. Las imágenes defraudan  y me abandono a la ignorancia de la palabra muerta, de la prisión de los dientes, de los espejos rotos.

2022-2024

  Para Aymara. Mi hermana  En memorias ajenas  yo busco la palabra  que me exige  la línea que escribo. La voz intenta despistarme, llevarme a su juego de engaños y sin abandonar sus hábitos gastados finge aparecer luminosa   detrás del reflejo de espejos recién pulidos. Esta vez no me convence de  tomar atajos y me detengo sin renunciar. -Indago a fondo-. Paciente la línea espera que se revele la palabra para cerrar el círculo. Cumplo tareas domésticas sin olvidar la búsqueda y sujeto la línea  con rutinas aprendidas, con sencillos hilos  de viejos artificios. La palabra se mantiene al acecho sin revelarse, todavía.